lunes, 29 de noviembre de 2010

El peligro de los nuevos relatos televisivos sobre nuestra frágil historia y la memoria sobre esa historia.

Debo confesar que poco frecuento la televisión abierta. Tal vez es un pecado de soberbia y de omisión cultural. Entonces, pido perdón pues, además, muchas veces ello me impide ver aspectos relevantes sobre mi país, nuestro país.

Hoy por casualidad vi un fragmento del espacio matinal del Canal 13 que difundía un recuento de la famosa serie de "Los ’80", y me quedé viendo la pantalla, muy grata allí. Sin embargo, a poco andar las imágenes de la serie fueron interrumpidas por un elaborado programa periodístico sobre las características sociales, económicas, políticas y culturales de la década de los ochenta, y para mi asombro y luego estupor se mostraba un país distinto al que millones de chilenos y chilenas vivimos y sufrimos esa década. Incluso se frivolizó el surgimiento e influencia de Los Prisioneros. Jamás se habló de la Dictadura, de las protestas sociales, de la crisis económica del 82 y menos aún de los crímenes de Tucapel Jiménez, Eduardo Frei Montalba y el secuestro y degollamiento de Parada, Guerrero y Nattino. En su programa , para caracterizar la década de los ochenta en Chile, el Canal 13 relevó peinados tipo “melena de felino”, blusas grandes y con hombrera y “un país que se abre al mundo”, junto con mostrar imágenes de Heidy y otras seriales infantiles. En el relato del Canal 13, en los '80 sólo se ven rostros sonrientes, gente bailando y músicos internacionalmente famosos , cantando.

¡Qué juego más perverso el de tergiversar la historia y el intento de sustituir el relato colectivo construido por una comunidad en torno a ese período de la historia!. La memoria es el relato que construye una comunidad sobre situaciones y momentos vividos en el pasado, y es ese relato el que se transmite a las nuevas generaciones. En ese relato no sólo se inscriben datos sino, también, información subjetiva sobre el impacto en la vida de quienes compartieron el período histórico.

Es cierto que cada ser humano tiene el derecho y el deber de memoria, pero es muy discutible el derecho de un medio de comunicación a construir un nuevo relato colectivo, construcción realizada sin participación de la comunidad cuya memoria se quiere modificar. Y este intento de relevar hechos irrelevantes y omitir o silenciar hechos relevantes en la vida de una comunidad, es más grave aún cuando lo realiza un medio de comunicación de impacto masivo como lo es la televisión. Aquí se puede estar gestando un intento profundo de "cambiar la historia" para las nuevas generaciones; al igual que los intentos del Presidente Piñera de hacernos creer que luchó por los derechos humanos en aquella època de la Dictadura Militar o de Régimen Militar , como lo llama la Derecha.

Tal vez los directivos de Canal 13 no saben lo ocurrido hoy en su matinal. Si es así, es esperable mayor rigurosidad profesional en el tiempo que viene, pues aquí se está jugando con la historia personal y colectiva de millones de chilenos, aquí se está vulnerando un derecho humano fundamental: el derecho a nuestra memoria.





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