viernes, 6 de agosto de 2010

EDITORIAL DE EL MERCURIO: una vergüenza e insulto a los creadores y cultores chilenos.

En Editorial titulada “Fondos para la Cultura”, El Mercurio hace una afirmación grave e inaceptable y que, a mi juicio, constituye una ofensa para miles de creadores, cultores y académicos que a lo largo de 18 años han sido evaluadores y jurados del FONDART, y otros miles de creadores y cultores, como también corporaciones y fundaciones culturales, que han presentado proyectos y han obtenido el apoyo del Estado a través de este Fondo Concursable.

Volviendo a sus “viejas andadas” de toda la década del ’90, El Mercurio afirma que felizmente los resultados de este año de los fondos cursables dados a conocer por el actual Ministro de Cultura, permiten pensar que “La percepción de que una considerable porción de los recursos y apoyos favorecía principalmente a iniciativas bastante discutibles, pero vinculadas a intereses de sectores proclives al gobierno de turno muestra signo de estar perdiendo motivos para mantenerse. En ese sentido, las nuevas autoridades parecen estar avanzando”. Esta afirmación de El Mercurio niega el sustantivo aporte del FONDART al desarrollo de las artes, en sus distintas disciplinas, su contribución al cine y otras industrias culturales, al acceso creciente de nuestra comunidad a bienes culturales de gran diversidad y pluralidad de contenidos y soportes, como, asimismo, a procesos de recuperación de memoria e identidad cultural local y regional

El Mercurio con su editorial ofende, igualmente, a tantos creadores, compañías de teatro y de danza, y a cientos de agrupaciones culturales que legítimamente, sin ninguna vinculación política, y evaluados por sus pares, ganaron el FONDART estos años.

Finalmente, El Mercurio vuelve solapadamente a decir lo que antes dijo abiertamente: “el Estado no debe financiar obras inmorales, que no sean bellas o edificantes”. Sí, porque la Derecha y El Mercurio siguen concibiendo el arte y la cultura con criterios restrictivos y decimonónicos.

El punto es que los creadores y cultores, y quienes fuimos parte de esta experiencia desde el Gobierno, no podemos aceptar tanta falta de respeto en contra de una Política Pública y un instrumento de financiamiento cultural que fue y es obra de la propia comunidad cultural. El FONDART fue pensado por los creadores, nació por la exigencia de la comunidad cultural y sobre principios fundamentales de pleno respeto a la libertad de creación y expresión, y evaluación de pares. Menos mal que el Ministro Cruz-Coke ha tenido la inteligencia de respetar esta historia y principios del FONDART, y ojalá no escuche la voz de El Mercurio que tanto y tan violentamente persiguió al FONDART desde su creación y hasta hace muy poco tiempo.

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