En su Cuenta Pública del 21 de
Mayo, el Presidente Sebastián Piñera informó como iniciativas, programas y
acciones de su gobierno proyectos y programas diseñados, formulados y
ejecutados – en la mayoría de los casos, en su totalidad- en los gobiernos que
le precedieron.
En efecto, el Programa de
Creación de Centros Culturales – que ha contemplado la construcción y habilitación
de 50 centros en comunas con más de 50 mil habitantes- fue formulado, financiado y muy ampliamente
ejecutado por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, en el Gobierno de
la Presidenta Bachelet, período en que la destacada actriz Paulina Urrutia
cumplió las funciones de Ministra de Cultura. Por cierto, este programa tiene
sus antecedentes en el de Infraestructura Cultural implementado por el Presidente
Ricardo Lagos y que tuvo resultados tan relevantes como la construcción y
habilitación definitiva del Teatro Regional del Maule. Asimismo, el programa de
construcción de teatros regionales que anuncia el Presidente Piñera tiene un
extenso camino previo, los Teatros de Valdivia y Temuco – al igual que el de la
Región del Maule- , son testimonio de
ello. Estos teatros, junto a otros similares, son parte de una Red de Teatros Regionales,
red creada en el Gobierno anterior – sobre la base de los diagnósticos y
propuestas realizadas por la Comisión Presidencial de Infraestructura del Gobierno
del Presidente Ricardo Lagos y que
dirigió Arturo Navarro- para contribuir
a fortalecer su gestión y contribuir a una programación más diversa.
Por otra parte, el Presidente
Piñera habla de programas de recuperación de lenguas de pueblos originarias y
de programas educacionales interbilingües. Perdón, esto se inició hace ya por
lo menos 12 años como programas del Ministerio de Educación; existen escuelas
interbilingües en regiones como La Araucanía y, por cierto, hace rato se llevan
adelante iniciativas de investigación, recuperación, escrituración y enseñanza
de lenguas originarias. ¿Qué es indispensable hacer más? Por cierto, y lo más
probable es que se deba revisar sus enfoques, pero otra cosa es decir que esto
es nuevo, que no se ha hecho.
Se dice que se debe considerar a
las comunidades, a los creadores, cultores y organizaciones culturales en la
definición de políticas públicas y accionar del Estado. Obviamente, así se ha
hecho por muchos años. La pregunta es si lo ha hecho este gobierno y este
Ministro de Cultura. ¿Consultó el Ministro Cruz Coke la opinión del Directorio
del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes sobre la propuesta gubernamental
de crear un Ministerio de la Cultura y del Patrimonio?, ¿consultó el Ministro
Cruz Coke sobre esta materia a los creadores organizados en las distintas
entidades gremiales?, ¿consultó a los integrantes del Consejo Consultivo
Nacional y a los integrantes de los consejos consultivos regionales?. Hasta
donde sabemos nada de esto fue consultado con los creadores, cultores, organizaciones
culturales y tampoco al Directorio y a los propios consejos consultivos del
Consejo Nacional de la Cultura y las Artes. ¿Habrán participado los
profesionales, especialistas y directivos de la DIBAM en la formulación de este
proyecto de Ministerio?; ¿habrán sido consultados los integrantes del Consejo
de Monumentos Nacionales como también sus profesionales?. No lo sé con certeza,
pero lo más probable es que no conocen el texto de dicho proyecto de ley y no
han podido leer la “letra chica”.
Es cierto que algunos de nosotros
hemos manifestado en años pasados una favorable disposición a la existencia de
un ministerio de las culturas para nuestro país; sin embargo, resulta muy poco creíble
una propuesta de creación de un Ministerio por parte de los mismos sectores
políticos que en el debate de fines de los años ’90 y comienzos de la década del
2000 rechazaron cualquier posibilidad de este tipo de institucionalidad pública
cultural por estimar que el Estado no debía ocuparse y preocuparse del
desarrollo cultural del país y que un ministerio significaría un “intervencionismo
y dirigismo cultural”. Asimismo, resulta inaceptable que una propuesta de
creación de nuevos y mayores órganos públicos en este campo sea definido a
puertas cerradas, sin dialogar y escuchar a las comunidades artísticas y
culturales. Más aún cuando todos sabemos que los procesos son relevantes para
la definición de instrumentos, órganos y políticas públicas.
Por otra parte, la Cuenta
Presidencial destaca los recursos del Consejo Nacional de la Cultura y las
Artes y en especial de los fondos culturales. Nada dice sobre la pésima gestión
de los concursos durante los años pasados, los cuales estuvieron en pública
crisis en cuanto al ineficiente funcionamiento de su plataforma tecnológica.
Nada dice la Cuenta Presidencial sobre el descontento de miles de creadores y
cultores por tanta burocracia y exclusión en las postulaciones de esos fondos.
Nada dice sobre los nuevos énfasis de los fondos, donde la palabra
emprendimiento cultural – relevando la capacidad empresarial en cultura- se ha
tomado la agenda.
Finalmente, nada dice el Presidente
sobre el giro de las políticas públicas del Consejo que preside el Ministro
Cruz Coke: del Derecho de Acceso a la Cultura en toda su diversidad y
pluralidad se pasa a Igualdad de
Oportunidades de Acceso a la Cultura.
Este no es un pequeño cambio, es un gran cambio, señor Presidente.
Entonces, pienso que no es
posible estar disponibles para debatir y aprobar en el Parlamento la creación
de un Ministerio de la Cultura y del Patrimonio. Difícil para el Parlamento
debatir y aprobar una iniciativa de esta envergadura, que se ha definido sin
participación ciudadana, a puertas cerradas, por un gobierno de Derecha que
cuando fue Oposición se negó sistemáticamente a ello, y que hoy como gobierno
está lejos de comprender la relevancia de la cultura más allá de los negocios.
Estimada Nivia, entiendo que durante muchos años se pensó y trabajó en el Ministerio de Cultura y del Patrimonio, también entiendo que en estas discusiones participaron algunos artistas, creadores y miembros de los Ministerios que entiendo hoy también siguen cumpliendo funciones en esos ministerios, no conozco bien el Proyecto actual del nuevo Ministerio, estoy seguro que tu si lo conoces, nos podrías explicar en que podría diferir de lo que se estaba trabajando en los gobierno anteriores?
ResponderEliminarEstimado Max: no conozco Proyecto y sé que Directorio y Consejos Consultivos no fueron consultados ni considerados, tampoco la Unión Nacional de Artistas y sus organizaciones sectoriales. Los funcionarios del CNCA y DIBAM tampoco.
EliminarTal como lo señalas estimada Nivia me manifesté públicamente en el Seminario que realizó semanas atrás la Fundación Chile XXI al respecto. Pero pude constatar que la Unión Nacional de Artistas (UNA) en su legítimo derecho a la participación del proyecto de Ministerio de Cultura y Patrimonio, confunde la participación con la intervención directa en la propuesta que se intenta presentar al Congreso. Mas que confundir, al parecer hay algo en esa participación que no es entendida de igual manera por las partes. La UNA, así como otras instancias, deben exigir participar en ese diseño expresamente y en forma clara, pues de lo contrario en el escenario que nos encontramos, es muy probable que se invite a "participar" cuando nos den a conocer el proyecto, y por el solo hecho de estar presentes, se estará participando y validando algo en lo cual claramente, no se ha participado en su diseño. Esto lo comento, pues ni en dictadura la comunidad artística ha estado tan silenciada como ahora. Razones, podrán haber, pero en tal caso al parecer llega el tiempo de comenzar a unir los diálogos para que cobre sentido un verdadero proyecto de participación y desarrollo artístico y cultural en el país.
ResponderEliminarNo obstante, no hay que perder de vista que en un gobierno del 26% de apoyo ciudadano, cualquier proyecto de ley más si se trata del sector cultural, tiene sólo ese pequeño sustento. Por lo que será fácil en el futuro abrir un debate serio con proyección de futuro, de esos debates que nos gustan para los que sí estaremos disponibles, eso sí, una vez que conozcamos las evaluaciones que nos den algunas razones por las cuales habría que cambiar el modelo de institucionalidad cultural y a su vez el Directorio Nacional se pronuncie al respecto.
Para un gobierno como este, donde no se tiene mayor contenido de desarrollo cultural, no le queda otra que buscar proyectos a nivel país, desde donde les sea más fácil poder sostenerse. En consecuencia, les resulta más fácil proponer un cambio de estructura para el contenido, que hacerse cargo del contenido cultural en sí, que sin ir más lejos, es para lo cual la ciudadanía los eligió y por tanto, están llamados a ejecutar en estos 4 años de administración de los cuales les queda sólo uno y medio. De ahí se puede explicar el desastre que han dejado en la administración de los fondos de cultura, por ejemplo.
Habrá que tomarlo esto como un antecedente y estar muy atentos a lo que se viene.
Gracias por el espacio.
Saludos
Gracias Leo por tus reflexiones. La comunidad cultural, al igual que la sociedad chilena, vive profundos procesos de cuestionamientos sobre el modelo de desarrollo y su sistema institucional. Son tiempos de crítica y autocrítica, de reconocimiento, de mirar de nuevo para descubrir los errores y aciertos. Los creadores , cultores y comunidades culturales siempre tendrán mi afecto y respeto.
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